El body art, o arte del cuerpo, designa a una
vertiente del arte contemporáneo que toma el cuerpo como medio de expresión y/o
materia para la realización de los trabajos, asociándose frecuentemente a
happening y performance [actuación]. No se trata de producir nuevas
representaciones sobre el cuerpo - que se pueden encontrar a lo largo de toda
la historia del arte -, sino de tomar el cuerpo del artista como soporte para
realizar intervenciones, de manera general, asociadas a la violencia, al dolor
y al esfuerzo físico. Se pode mencionar, por ejemplo, entre muchos otros, el
Rubbing Piece (1970), escenificado en Nueva York por Vito Acconci (1940), en el
que el artista friega su propio brazo hasta producir una herida. La sangre, el
sudor, el esperma, la saliva y otros fluidos corpóreos utilizados en los
trabajos interpelan la materialidad del cuerpo, que se presenta como soporte
para escenas y gestos que algunas veces toman la forma de rituales y
sacrificios. Tatuajes, heridas, actos repetidos, deformaciones, escarificaciones,
se hacen también travestismos ora en lugar privado (y divulgados por medio de
películas o fotografías), ora en público, lo que indica el carácter
frecuentemente teatral del arte del cuerpo. Bruce Nauman (1941) expresa el
espíritu motivador de los trabajos al afirmar, en 1970: "Quiero utilizar
mi cuerpo como material y manipularlo".
Las experiencias realizadas por el body art deben
comprenderse como una vertiente del arte contemporáneo en oposición a un
mercado internacionalizado y técnico, relacionado con nuevos actores sociales
(negros, mujeres, homosexuales y otros). A partir de la década de 1960, sobre
todo ante el advenimiento del arte pop y del minimalismo, se cuestionan los
encuadres sociales y artísticos del arte moderno, por lo que se hace imposible,
desde entonces, pensar el arte solo con categorías como pintura o escultura.
Las nuevas orientaciones artísticas, si bien son distintas, comparten un
espíritu común - son, cada cual a su modo, intentos de dirigir el arte hacia
las cosas del mundo, la naturaleza, la realidad urbana y el mundo de la
tecnología. Las obras articulan distintos lenguajes - baile, música, pintura,
teatro, escultura, literatura-, desafiando las clasificaciones habituales, y
cuestionan el carácter de las representaciones artísticas y la misma definición
de arte. Las relaciones entre arte y vida cotidiana, la ruptura de las barreras
entre arte y no arte y la importancia decisiva del espectador como parte
integrante del trabajo son puntos centrales para una importante parte de las
vertientes contemporáneas: ambiente, arte público, arte procesal, arte
conceptual, earthwork.
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